Un cliente, en un restaurante, después de pedir:
- ¡Ah, camarero!... Y quiero la carne bien cruda.
- Y... ¿Cómo de cruda, exactamente, caballero?
- Pues que, cuando le clave el tenedor... ¡Chille!
- ¡Ah, camarero!... Y quiero la carne bien cruda.
- Y... ¿Cómo de cruda, exactamente, caballero?
- Pues que, cuando le clave el tenedor... ¡Chille!
¡Ja!... ¡Esa no está permitida, caballero!
ResponderEliminar