Una oropesina entra en una tienda
de lujo de Castellón, vestida con sólo unas bragas y un sujetador, coge
un abrigo de visón, se dirige a la caja y entrega un billete de
quinientos euros. La dependienta le dice:
- Le faltan otros quinientos euros... ¡Es que vale mil ese abrigo!
- ¡Lo sé!... Pero con el cincuenta por ciento, se queda en esto.
- ¡No hacemos descuento en ninguna prenda de lujo, señora!
- ¿Y, porqué pone ese cartel que, en bragas y sujetadores, sí?
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